lunes, 28 de junio de 2010

Enfermedad

Aquí fue cuando el Maestro enfermó, siendo incapaz de mover la parte inferior de su cuerpo. Angustiado, su maestro lo envió a casa para recobrarse. Durante este tiempo el Maestro imploró a su familia para que no sacrificara ningún animal ni bebieran alcohol, porque de otro modo nuevamente las complicaciones podrían presentarse. Mejoró, pero todavía cojeaba cuando desapareció del hogar la noche del 16 de mayo de 2005.Cuando su madre tomó conocimiento de la situación alertó a la aldea y todos se unieron en la búsqueda. Un muchacho local dijo haberlo visto mientras sacudía un árbol de mangos. El Maestro de incorporó y alzo un mango, luego caminó completamente vestido dentro del río. ”Pensé que estabas desaparecido”, remarcó el muchacho al Maestro.“¿Lo estoy? ”, replicó el Maestro, “Mejor vuelve a tu casa y ten cuidado de no tocarme”. El muchacho corrió a su casa a contar la historia pero nadie le creyó al principio. Los parientes del Maestrro fueron hasta el barranco. El Mestro les sonrió cuando lo encontraron, como era su costumbre. Les pidió que regresaran a sus casas, “volveré a casa a las cuatro en punto”, les dijo. Sus familiares decidieron que era mejor vigilarlo, entonces dejaron con él a uno de sus hermanos.A las cuatro en punto tomó un par de mangos y comenzó a comer uno. Le pidió a su pequeño hermano que la alcanzara agua, arroz, su manto de lama, un rosario y una imagen del Buda. Su hermanito obedeció. La hermana del Maestro llegó para pedirle que regresara a casa de inmediato. –viendo cuán demacrado se veía por su previa enfermedad, lloró y le rogó que volviera al hogar. El Maestro le pidió que dejara de llorar y ella se fue a su casa.

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